domingo, septiembre 24, 2006

Bocanada

- Un café, por favor


En el mismo lugar
Misma silla
La misma mesa

Pensaba en cómo irías vestida
En tu pelo
Te imaginaba, ansioso

Esperaba tus palabras
Gestos seductores
Tus labios
Tus ojos rutilantes
Te esperaba en plenitud

Frente a mí
La tacita pequeña
Con efervescencia rebosante

Semblante apagado
Tu silencio como llamas
Me consumió

Esquiva
Renegaste de mí

Tu voz fue el mazo
Que decretó mi sentencia

Te marchaste rauda


Un sorbo ya tibio
Amargo
Sorbo de ti

Entrando por mis labios
Poros
Por mi nariz

Me ahogué en tu espuma
Me ahogué en tu café

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu no tienes alma, y yo no tengo valor para ver como te marchas, como si no pasara nada. Tu no tienes ganas, y yo me muero por darte las fuerzas que hagan falta...
Para variar un buen texto.
Gisel

Any dijo...

MMMM...permiso...esto me conmueve, pq soy tan incapaz de lograr algo asi, tan...bello.
Si te pedi ese "regalo" es porque, a pesar de que digan que las palabras se las lleva el viento...las tuyas quedaran para siempre aqui. En mi.
Gracias por escribir y (obviamente)hacerlo público